Nexo Mundial
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La Oscura Aventura de Cuatro Amigos en Blackwater

En un remoto pueblo costero llamado Blackwater, la niebla era tan espesa que a menudo ocultaba el sol durante semanas. Los habitantes vivían bajo una sombra perpetua, susurros de antiguos misterios y desapariciones rodeaban el lugar. En el centro del pueblo, una antigua cabaña de pescadores se mantenía abandonada desde hacía décadas, conocida por todos como la Casa de las Sombras.

Una noche, un grupo de cuatro amigos – Clara, Mateo, Lucas y Elena – decidió desafiar la superstición local y pasar la noche en la cabaña. Armados con linternas y una cámara para documentar su aventura, se adentraron en la niebla, cruzando el umbral de la Casa de las Sombras. Las ventanas estaban rotas, las paredes cubiertas de musgo, y un silencio inquietante llenaba el aire.

Una vez dentro, los amigos se repartieron para explorar la cabaña. Clara y Mateo subieron al segundo piso, mientras Lucas y Elena se quedaron en la planta baja. La madera vieja crujía bajo sus pies y el aire estaba cargado de humedad y moho. Clara y Mateo encontraron una habitación llena de redes de pesca rotas y fotografías antiguas en blanco y negro, todas mostrando a los mismos pescadores con rostros inexpresivos.

De repente, un fuerte golpe resonó desde el piso inferior. Clara y Mateo corrieron hacia las escaleras, solo para encontrar a Lucas y Elena mirando aterrorizados una puerta cerrada que no había estado allí antes. La puerta, cubierta de extraños símbolos tallados, parecía pulsar con una energía oscura. Mateo, decidido a resolver el misterio, extendió la mano para abrirla, pero Clara lo detuvo.

”Algo no está bien aquí”, dijo Clara, su voz temblando. “No deberíamos tocar eso.”

A pesar de la advertencia de Clara, la curiosidad de Mateo era demasiado fuerte. Con un suspiro, ignoró el consejo y giró el pomo de la puerta. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de todos al abrirse la puerta lentamente, revelando una escalera que descendía a un sótano oscuro. Una corriente de aire helado salió de las profundidades, llevándose consigo el sonido de susurros lejanos.

Lucas encendió su linterna, iluminando el camino hacia abajo. “Tenemos que ver qué hay allí”, dijo, su voz apenas más que un susurro. Los cuatro descendieron cautelosamente, el miedo palpable en el aire.

El sótano estaba lleno de viejas herramientas de pesca y muebles cubiertos de polvo, pero en el centro había un altar rudimentario, hecho de piedra y rodeado de velas apagadas. En el altar había un libro encuadernado en cuero, cubierto de símbolos arcanos y manchas de algo que parecía ser sangre seca.

Elena, sintiendo una presencia oscura, retrocedió. “Esto no es normal”, murmuró. “Deberíamos irnos.”

Antes de que pudieran reaccionar, las velas se encendieron por sí solas y el libro comenzó a moverse. Las páginas se abrieron y una sombra oscura emergió del libro, tomando forma en el aire. Los amigos quedaron paralizados por el terror mientras la sombra crecía, llenando la habitación con una oscuridad que parecía absorber la luz de sus linternas.

Las velas se encendieron por sí solas y el libro comenzó a moverse

La sombra se solidificó en una figura grotesca, sus ojos rojos brillaban con una malicia indescriptible. La criatura extendió sus brazos hacia los amigos, y un frío intenso llenó la habitación. Clara gritó, pero el sonido se ahogó en la oscuridad.

Mateo, intentando recuperar el control, gritó: “¡Corran!” Pero la salida parecía estar bloqueada por una fuerza invisible. La sombra avanzó lentamente, su presencia era aplastante. Lucas, desesperado, tomó el libro del altar y trató de cerrarlo, pero el libro parecía tener vida propia, resistiéndose a sus esfuerzos.

Elena, al borde del pánico, recordó una oración antigua que su abuela le había enseñado para ahuyentar el mal. Con voz temblorosa, comenzó a recitar las palabras en latín. La sombra se detuvo momentáneamente, sus ojos se fijaron en Elena con una furia creciente.

Los otros tres se unieron a la oración, sus voces se elevaron en un coro desesperado. La criatura pareció retroceder, su forma se desvanecía lentamente en la oscuridad. La luz de las velas parpadeó y luego se apagó, dejando solo la tenue luz de las linternas.

Finalmente, la sombra desapareció por completo, y el aire volvió a sentirse respirable. Los amigos, aún temblando, se miraron entre sí, comprendiendo que habían sobrevivido a algo más allá de su comprensión. Dejaron el libro en el altar y subieron apresuradamente las escaleras, jurando nunca más volver a la Casa de las Sombras.

Los amigos corrieron por el pasillo, subiendo las escaleras a toda prisa hasta llegar a la planta baja. Al salir de la cabaña, la niebla se había espesado aún más, y el aire estaba cargado de una sensación de alivio mezclada con miedo residual. Sin detenerse a mirar atrás, se dirigieron de vuelta al pueblo, sus corazones latiendo con fuerza en sus pechos.

Al llegar a la seguridad de la casa de Clara, se sentaron en la sala de estar, todavía temblando por la experiencia. Elena rompió el silencio primero. “No podemos dejarlo así. Esa cosa… esa sombra… podría volver.”

Mateo asintió. “Necesitamos hacer algo para asegurarnos de que la maldición no vuelva a afectarnos ni a nadie más.”

Lucas, revisando las fotos y videos que habían tomado, encontró algo inquietante. En una de las fotos del altar, había una figura oscura y borrosa, claramente visible. “Miren esto,” dijo, mostrando la imagen a los demás. “Tenemos pruebas de que algo realmente estaba allí.”

Clara, más determinada que nunca, sugirió buscar a alguien que pudiera ayudarlos a deshacerse de la maldición de una vez por todas. “Conozco a alguien, un investigador paranormal que ha tratado con estas cosas antes. Podría ser nuestra mejor opción.”

En una de las fotos del altar

Clara contactó al investigador paranormal, el Dr. Malcolm Hayes, conocido por su experiencia en casos de fenómenos sobrenaturales. Al escuchar su historia, Malcolm accedió a viajar a Blackwater inmediatamente. Al día siguiente, los cuatro amigos se reunieron con él en la casa de Clara para planificar su retorno a la Casa de las Sombras.

Malcolm escuchó atentamente mientras describían su experiencia. “Lo que encontraron es peligroso,” dijo con seriedad. “Esa sombra es una entidad maligna, atraída por el sufrimiento y la desesperación. Para sellarla de una vez por todas, necesitamos realizar un ritual de exorcismo en el lugar donde fue invocada.”

Equipados con los conocimientos y herramientas del Dr. Hayes, regresaron a la cabaña al caer la noche. La niebla era aún más densa, y un silencio opresivo llenaba el aire. Al llegar, Malcolm preparó el altar en el sótano, colocando velas, símbolos protectores y el libro que los amigos habían dejado atrás.

Mientras Malcolm recitaba las palabras del ritual, las sombras comenzaron a moverse nuevamente, pero esta vez estaban preparados. Clara, Mateo, Lucas y Elena se mantuvieron firmes, repitiendo las oraciones de protección que Malcolm les había enseñado. La entidad oscura apareció una vez más, pero la luz de las velas y el poder de las palabras la mantenían a raya.

La sombra luchaba, pero poco a poco, fue retrocediendo hacia el libro. Con un último grito de desesperación, la entidad fue absorbida completamente por las páginas, y el libro se cerró de golpe. El sótano quedó en silencio, y una paz inusual llenó el espacio.

 El sótano quedó en silencio, y una paz inusual llenó el espacio.

Con la entidad oscura finalmente sellada en el libro, el sótano quedó en un silencio absoluto. Los amigos, exhaustos pero aliviados, intercambiaron miradas de triunfo y agradecimiento. Dr. Malcolm guardó el libro cuidadosamente en una bolsa protegida con símbolos adicionales.

”Lo hemos conseguido,” dijo, su voz llena de satisfacción. “La maldición ha sido levantada, pero debemos asegurarnos de que este libro nunca vuelva a ser abierto.”

Los cinco salieron de la Casa de las Sombras, y al cruzar el umbral, sintieron como si una pesada carga hubiera sido levantada de sus hombros. El aire afuera era más ligero, y la niebla comenzaba a disiparse lentamente.

Regresaron al pueblo, donde la noticia de su hazaña se esparció rápidamente. Los habitantes de Blackwater, agradecidos, decidieron sellar la cabaña permanentemente y erigir un monumento en honor a aquellos que habían enfrentado el mal y triunfado.

Con el tiempo, Clara, Mateo, Lucas y Elena retomaron sus vidas, pero la experiencia en la Casa de las Sombras los unió de una manera profunda. Dr. Malcolm se llevó el libro lejos, asegurándose de que nunca más pudiera causar daño.

La historia de la Casa de las Sombras se convirtió en una leyenda local, recordada por generaciones como un ejemplo de valentía y la lucha contra lo desconocido. Aunque el miedo que había en el corazón de Blackwater fue erradicado, los amigos sabían que siempre debían estar vigilantes, pues las sombras pueden volver a surgir donde menos se esperan.

La Oscura Aventura de Cuatro Amigos en Blackwater
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Auto
Nexo Mundial
Publicado
2024-06-03